lunes, 23 de abril de 2012

Dark Ángel 1 "Un Ángel a Medianoche" Cap 22


¿Provocando  a un depredador?…

Los ojos de Kendra pasaron del suave avellana al dorado intenso y Rafael no pudo menos que admirar ese maravilloso contraste. Así que sí era mujer de armas tomar, sonrió con satisfacción, no había esperado menos.


-      No tienes idea de que clase de mujer soy. – Dijo ella con fuego en la mirada.
-      ¿Testaruda, caprichosa y que siempre consigue lo que quiere?  - La provocó él, pero poca mella pudo hacer y vio como ella sonreía con malicia, esa condenada sonrisa misteriosa  y al mismo tiempo dotada de una sensualidad natural que le hizo ver que en realidad no tenía idea de quien era ella. Cosa extraña tomando en cuenta que él de mujeres sabía y mucho, podía prácticamente saber lo que querían o pensaban solo con observarlas, con Kendra eso era condenadamente difícil.
-      ¿Es la opinión que tiene de mí Briatore? – Alzó una ceja con burla. – Me muero de la vergüenza – Dijo con sarcasmo - ¿Pero sabe qué? Sí, soy testaruda, caprichosa… quizás, pero no dude que siempre consigo lo que quiero.  – Dijo lo último con una sonrisa que indicaba que así era. – Y no lo quiero a usted.
-      ¿Volvemos con las formalidades? Una tontería ¿No crees? – Dijo él en alusión a que ella lo trataba de usted, nuevamente. Y tuteándola con toda intención. – Respecto a tu afirmación ¿Debo añadir mentirosa a la lista?
-      Piense lo que quiera – Insistió en la formalidad – yo añadiré fanfarrón a la lista que tengo de usted. Está después de iluso. Aunque en realidad, se vale soñar ¿no? así que, siga soñando Briatore, a mí no me tendrá. – Lanzó el reto sintiéndose segura, pero inmediatamente una vocecita dentro de su cabeza le dijo que era una soberana estupidez haber dicho esas últimas palabras, con enojo la acalló y se dio la vuelta.  
-      Acabas de lanzarme un desafío, espero estés lista para lo que eso significa. – Ella se detuvo al escucharlo, volteó y le sonrió con desdén tratando de ignorar el azul intenso de sus ojos ¿Por qué rayos tenía que ser tan guapo? Eso complicaba todo y demasiado. – Vas a olvidar esas valientes palabras muy pronto, te lo juro. – Afirmó con tranquilidad y sin sorprenderse para nada por lo que ella le había dicho, Kendra apretó los dientes y se obligó a sonreír con frialdad.
-      Nunca se jura en vano, mejor una apuesta ¿Quiere apostar Briatore? – Dijo con toda la tranquilidad e indiferencia que pudo reunir, pero su corazón palpitaba como loco ante el desafío que había recibido de vuelta.
-      Interesante propuesta ¿Qué sugieres? – él alzó una ceja con gesto inquisitivo.
-      Si en un mes no logra llevarme a la cama, por las buenas por supuesto…
-      Jamás he forzado a una mujer en mi vida – La interrumpió y añadió divertido: - Jamás ha sido necesario y jamás lo será.
-      Me dará el cuadro que me ganó en la subasta. – Kendra encontraría las maneras para librarse de la tentación de estar con ese hombre, ¡tenía que hacerlo!
-      Ese cuadro ya no está en mi poder.
-      ¿Ya lo regaló? – Preguntó ella con un gesto de sorpresa que le salió súper natural.
-      Digamos que fue dado en compensación por ciertos servicios otorgados. –Lo dijo con una mirada de satisfacción y ella quiso gritarle que no había sido nada parecido, ¿así que por él no había problema en que le hubieran robado el cuadro? ¿así que por haber besado y acariciado a la ladrona, él se daba por satisfecho? ¡Maldito fuera!
-      No quiero atreverme a preguntar que clase de servicios – Le lanzó una dura mirada.
-      Nunca he pagado por sexo. – Le dijo y por supuesto que ella lo creyó, seguro que en muchos casos habrían sido las mujeres quienes habrían intentado precisamente lo contrario.
-      ¿Dar joyas, regalos, casas, autos y un largo etc. no es lo mismo? – Trató de enfadarlo sin éxito.
-      Por supuesto que no, si una mujer me hace feliz en la cama ¿Por qué no debo tenerla contenta yo también?
-      ¿Ósea que no le basta con su actuación en la cama para lograr ese objetivo? – Volvió a la carga e hizo la pregunta con burla.

Él no contestó, se limitó a atraerla rápidamente hacia sus brazos volviendo a tomarla por sorpresa, acercó su rostro y mirando sus labios se dirigió hacia ellos, Kendra se quedó nuevamente en estado inmóvil esperando ansiosa que culminara la acción. Pero justo cuando faltaban unos escasos milímetros  para que la besara cambió de rumbo, fue hacia su oreja y le susurró.

-      ¿En realidad piensas eso? ¿tienes idea de cuan equivocada estás? Dos semanas.
-      ¿Dos semanas? – Kendra se zafó de sus brazos e hizo la pregunta, mientras ella misma se interrogaba como diantres ganaría la apuesta.
-      Que el tiempo de nuestra apuesta no sea un mes, dos semanas…
-      Perfecto. Pero como ya regaló ese cuadro ¿Qué apostamos entonces?
-      Si yo gano, serás mi amante el tiempo que yo así lo quiera.
-      ¿Y si pierde?
-      Pídeme lo que quieras, te lo daré.
-      Tengo todo lo que quiero Briatore, la verdad es que no tengo la menor idea de con que pueda realmente tentarme.
-      Seguro que habrá algo que solo yo pueda darte – La voz sugerente de Rafael le puso los pelos de punta.
-      No lo creo.
-      Una galería en la ciudad de Europa que tú elijas, donde expongan los más grandes artistas y con ello obtengas más renombre y fama en el mundo de las artes. – La idea la hizo sonreír interiormente, ellas ya tenían planes para abrir otra galería en una ciudad que les sirviera como centro de operaciones al igual que en Nueva York y Londres. El dinero por supuesto no era problema alguno, seguirían dando oportunidad a gente desconocida pero talentosa. Sin embargo, sería genial contar con expositores de talla internacional, y si la galería la instalaban en una ciudad de Italia ¿Quién mejor que Briatore para conseguir extraordinarios artistas para que expusieran allí? A veces a ellas no las tomaban demasiado en serio. Creían que sólo eran ladys buscando como pasar el tiempo.
-      ¿Me estás ofreciendo una galería donde yo quiera? – Alzó una delineada ceja con escepticismo.
-      Eso he dicho.
-      No tengo la menor intención de ser tu amante hasta cuando tú así lo quieras.
-      Eso supuse. – Sonrió burlón sin perderse el detalle de que ella lo había tuteado.
-      Si pierdo, solo dos semanas te concedo Briatore.
-      Creo que dos semanas por  una galería no es precisamente un trato justo.
-      Tómalo o déjalo.
-      Está bien. – Ni loco dejaba ir esa oportunidad. Haría que esas dos semanas a su lado, por que él ganaría por supuesto, la hicieran querer más. Por que de lo que estaba seguro es que dos semanas al lado de Kendra no serían suficientes.
-      Florencia. – Dijo ella.
-       Florencia será. – no necesito preguntarle más, ella quería la galería en Florencia y a juzgar por la seguridad que manifestaba creía que conseguiría la galería sin acostarse con él, la emoción de la caza se intensificaba y se sintió vivo como nunca antes. Le demostraría cuan equivocada estaba, por supuesto que después de un tiempo juntos la galería sería suya.
-      Perfecto – Dijo Kendra y extendió una mano para sellar el trato. Él la tomó y sonrió con satisfacción como si ya hubiera ganado, deslizó uno de sus dedos en su palma y para horror de Kendra eso la hizo estremecerse, reacción que controló a tiempo pero que no por ello pasó su efecto rápido. – Rescatemos a sus amigos ¿le parece Briatore? – Retiró su mano.
-      ¿Me seguirás diciendo así en la cama? – Una mirada centelleante fue lo que obtuvo por respuesta y no pudo evitar reír.  



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