jueves, 1 de noviembre de 2012

La elección 5°




La prenda quedó a los pies de Azize, mientras ella sólo vestía una túnica ligera, Cian se apartó un poco y la miró a los ojos. Eran oscuros pero parecían llenos de luz, aquella era la princesa que había cuidado y servido durante años y , ahora, era también su esposa.
No  era capaz de hacer nada que la lastimara, pero cualquier decisión que tomara le haría daño. Sin embargo estaban allí los dos, ella lo había llamado y ahora la tenía demasiado cerca mientras el beso le seguía quemando en todo el cuerpo.
Volvió a besarla y la levantó en brazos para llevarla a la cama.

Azize se agarró del cuello de Cian mientras la cargaba, podía sentir la tensión en sus músculos y la respiración agitada de él. Sabía que ella había provocado aquello, y era lo que debía pasar, su matrimonio debía ser consumado, pero no podía evitar el nerviosismo.
Conocía al Cian que era comandante, pero no al hombre y menos cuando lo había llevado al límite. Era lo suficientemente fuerte como para cargarla sin esfuerzo alguno, temía que esa fuerza se volviera contra ella. En la cama sería una mujer  a merced de un hombre, una mujer sometida los deseos de su esposo. No una princesa, sino una mujer, una que él no había elegido como esposa sino que se la habían impuesto.
La joven no quería pensar pero tampoco podía evitarlo, hasta que sintió que su cuerpo chocaba con la cama y vio a Cian pararse a un lado para quitarse la ropa.
Entonces los pensamientos se diluyeron de su mente.
Tenía el cuerpo de un hombre que se había entrenado toda la vida, musculoso y bronceado con cicatrices en distintos lugares. La joven concentró su mirada en el hombro masculino, un poco por vergüenza y otro poco porque la cicatriz que tenía atrajo su atención, recordaba cómo Cian se la había hecho, había sido cinco años atrás salvándole la vida a ella.
Durante un ataque , la había cubierto con su cuerpo y había recibido la flecha dirigida a ella, imaginaba que le había dolido mucho, a pesar de los años transcurridos la marca aún era notable. Al pensar en eso decidió ser valiente, sin importar lo que sucediera, ella también aguantaría valerosamente.
Cian se unió a ella en la cama, y como el día del ataque volvieron a estar íntimamente cerca.
La besó al tiempo que lentamente le quitaba la prenda que aún los separaba, luego deslizó sus manos por el cuerpo femenino, la piel suave y perfumada contrastaba con sus manos duras y callosas por sostener armas.
 Al tocarla sintió como si tuviera una frágil mariposa a la que debía tratar con sumo cuidado antes de que se destruyera por su contacto.
Ella no era cualquier mujer, no se parecía a ninguna de las que había tomado en el pasado, era la Princesa , era su esposa y era una mujer que tenía a alguien más en su corazón , pero que se entregaba a él para cumplir su deber.
Contuvo la respiración y recurrió a toda su disciplina de soldado para actuar sin apuro, para controlarse y darle tiempo. Despacio acarició sus senos hasta que percibió que la respiración de ella se aceleraba y vio como cerraba los ojos por las nuevas sensaciones, la acarició intentando derribar sus defensas pero ambos eran extraños y la tensión persistía. Posó sus labios en el largo cuello femenino para darle besos suaves intentando relajarla. Durante unos minutos besó y acarició su cuerpo despertándola a nuevas sensaciones. Cuando volvió a besarla, Azize apoyó una mano en su cabello y lo miró brevemente, él no se animó a sostenerle la mirada. Algo le decía que debía detenerse, sin embargo lentamente le separó las piernas y se ubicó entre ellas.
Nada de lo que hiciera podría ahorrarle aquel momento, hizo que lo  abrazara por la cintura con sus esbeltas piernas y la penetró al tiempo que le susurró “lo siento”.
Azize jadeó fuerte por la inesperada intrusión y por el dolor, Cian apenas se movió, ya nada podía cambiar el hecho de su unión. Sólo quería hacerlo lo más fácil posible para ella.
Apoyado sobre sus brazos para no aplastarla, comenzó a moverse lentamente para acostumbrarla, vio que los ojos de ella estaban llorosos y la besó despacio y largamente mientras se seguía moviendo en su interior, hasta que el cuerpo de la joven respondió al suyo.
Cian no podía dejar de mirarla, de ver como sus expresiones cambiaban, como  si Azize se transformara frente a él.
Cuando la pasión los llevó a la culminación, el guerrero abrazó a la joven que acaba de convertirse en su mujer. Ninguno dijo nada, no habían hablado desde la discusión porque las palabras no podían ayudarlos a acortar distancias, se habían unido en silencio y de la misma manera, él la atrajo hacia sí para cobijarla entre sus brazos. Ella escondió el rostro contra el pecho de él , se sentía extraña, avergonzada, así se durmieron juntos.

Cuando Azize despertó, estaba sola. Sabía que así sería, aunque hubiera deseado algo diferente porque a pesar de lo que había sucedido la distante relación con su esposo no había cambiado.
Se movió y su cuerpo le recordó lo que había pasado la noche anterior, se había convertido en la mujer de Cian.
A pesar de su completa inexperiencia, se había dado cuenta de un par de cosas. Lo primero era que Cian había sido muy gentil y cuidadoso con ella, el dolor fugaz y las molestias que había sentido eran lo esperado por ser su primera vez, pero él la había cuidado con la mayor consideración. Lo segundo que había notado era que él se había contenido, la había tratado como a la princesa…no había sentido que él  le hiciera el amor como a una mujer, sino controlándose en cada paso sin olvidar que estaba cumpliendo un deber.
Su padre ya no la reprendería, los rumores se acallarían, pero ¿ a qué precio?
La noche anterior había sido un paso más en su matrimonio arreglado, estuvo segura que él no volvería a tocarla hasta que les exigieran un hijo. A pesar de que Cian se había asegurado que fuera lo más placentero posible, algo había faltado y Azize se imaginó que si hubiera habido amor habría sido muy diferente, podría haber sido algo hermoso.
Se sintió terriblemente triste y se puso a llorar desconsoladamente.




3 comentarios:

  1. Bravo sis lo has descrito tan bien que senti el dolor de la princesa el dia siguiente por lo lejanos que son aun.. La escena de cama super bien detallada y escrita, felicidades.

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  2. wauuuuu!!!!!!!!!!!!!

    Magnifico el capitulo!!! Que tensión durante el encunetro s....
    Quiero más!!!! dime que tienes más!!!!!

    Dej ade pensar en el concierto y escribe!!!! jejejee

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  3. Gracias mis sises, saben la inseguridad que me causaba esta parte, por el tipo de relación entre ellos no era muy fácil de escribir... y NOP no hay más que he estado fuera de todo, ahora a volver...semana que viene más.....

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