-
¿La empresa me está haciendo una acusación
formal? – Me dirijo al padre de Lucille. – Si es así, quiero saberlo…
- Yo
también quiero saberlo. – Interviene de pronto Luke y más murmullos surgen. –
Porque es una acusación que me involucra, a mí, a mi empresa.
- Salgan
todos de aquí. – Dice uno de los directores.
- No.
– Digo de pronto. – Quiero que a todos aquí les quede claro que es lo que está
pasando y sobre todo que se me está haciendo una acusación infundada, basada
solamente en los prejuicios de David y más que nada probablemente basada en sus
celos ridículos. – Me queda viendo todo el mundo con los ojos abiertos por mi
osadía. Luke también y parece entender que puedo defenderme sola.
- ¡Que
rayos estás diciendo! – Explota David.
- Mejor
te callas. Tengo testigos de tu acoso constante. – Le digo y se calla al
instante.
- ¡Eres
una maldita demente! – Arremete Lucille levantándose de su silla.
- Tú
te sientas. También tengo testigos y pruebas de tu acoso laboral, el de tu
novio es acoso sexual, veo porque ambos se llevan tan bien, tal para cual. –
Estoy que no puedo parar, algo me impulsa y seguro es mi lado descarado y
carente de miedo a quedarme desempleada. – Si de acusaciones se trata Sr. Moran
– Le digo al padre de Lucille. – Yo si tengo pruebas, testigos y todo lo
necesario para presentarlas en contra de estas dos personas. Solicito que de la
misma manera si me están acusando de filtrar información me lo hagan saber.
- ¿Por
qué? ¿acaso contratarás a un abogado? – Dice Lucille burlona tratando de
salirse con la suya.
- ¿Te
suena Wayne, James y Asociados?
- Oh,
por favor es uno de los dos bufetes de abogados más caro y reconocido de la
ciudad. No me digas… - Empieza a reír cual bruja maléfica - ¿Una secretaria se
los puede permitir?
-
Claro, Crissa Wayne trabaja allí, hija
de uno de los socios, de las mejores de la firma, quien fácilmente y encantada
de la vida tomaría este caso, porque no solo es mi mejor amiga sino también
porque has sido sumamente grosera con ella, cada que ha venido a verme.
Lucille
parece desestabilizarse, veo a varios checando lo que acabo de decir en sus
teléfonos. Seguro la búsqueda ahorita es sobre Crissa Wayne. Crissa ha sido mi
mejor amiga desde el kínder, pese a su vida como niña rica tiene los pies en la
tierra, nunca he presumido de su amistad o las influencias que fácilmente puedo
obtener por ser su amiga, el padre de Crissa me trata como hija de hecho.
Puedo
asegurar que no tendría que pagar ni un centavo si solicito una demanda, Crissa
le trae unas ganas inmensas a Lucille, se la estaría sirviendo en charola de
plata. Alguien le pasa un teléfono a Lucille y probablemente está viendo una
foto de Crissa pues veo que palidece un poco.
-
¿Crissa es hija de Marcos Wayne? – Me
susurra Luis.
- Sí.
- ¿Por
qué nunca me dijiste?
- Shhhh.
– Le callo.
- Eso
no responde a nada sobra tu supuesta inocencia. – Dice David aun exaltado.
- Creo que es suficiente. – Dice Luke levantándose
de pronto de su silla. – ¿Esto fue preparado para arruinar la fusión? – Le
pregunta al padre de Lucille.
- ¡Claro
que no, esto surgió de la nada!
- Usted
y yo gracias a nuestros abogados estamos al tanto de cada paso de la
negociación, creí que todo había quedado claro, y creo que es más que obvio que
nada se ha filtrado, cada duda, cada detalle a resolver lo hicimos nosotros en
presencia repito, de nuestros respectivos abogados. Si yo fui quien mas reparos
puse a la fusión, fui claro y concreto sobre los puntos que no me convencían
¿no es así?
- Por
supuesto. – Dice Moran y se levanta igualmente de la silla con gesto
apaciguador.
- ¿Su
hija y su novio siempre intervienen de esta manera?
- No,
no. Claro que no.
-
Si en cada junta sobre este proyecto
va intervenir gente que parece no tener conocimiento alguno y sobre todo gente
que únicamente quiere show para su propio beneficio, esto no va llegar a
ninguna parte Moran. – Dice Luke metiendo ya sus documentos en su
portafolio. Todos estamos estáticos,
incluyéndome yo, ¿Qué va pasar ahora? ¿He echado a perder este contrato? ¿podré
encontrar otro empleo? Bueno, Crissa siempre me ha dicho que puedo trabajar en
el bufete, aunque ser secretaria de abogados es muy distinto a serlo de
ingenieros. – Quizás sea buen momento para recordarle que mi empresa usa los
servicios de Wayne, James y Asociados y usaré esa vía si vamos a parar esto.
Kendra no ha filtrado información alguna. – Dice y me mira. – Si se le acusa de
eso, se me está lanzando de igual forma una acusación a mí ¿Deberíamos llevar
esto a la corte David? ¿Lucille? – Le dice y la mira con suma seriedad. Ya
nadie ni siquiera se atreve a murmurar.
David
carraspea incomodo y Lucille palidece en su totalidad y mira a su padre, el
cual parece estar furioso con ella y David.
-
No. No tenemos que llevar esto a
ninguna parte. – Dice ella rápidamente.
- Sanders,
podemos arreglar esto. No nos precipitemos.- Añade el sr. Moran. – Todo esto ha
sido más que un error, un terrible error y deberás por favor disculparnos.
- En
ese caso, fijemos otro día para reunirnos para los últimos detalles y que solo
esté la gente involucrada.
- Claro,
claro. – Acepta de inmediato Moran.
-
¿Puedo decir algo? – Cristian mi jefe
inmediato había estado callado absorto en toda la conversación. Sin esperar
respuesta habló. – Kendra ha sido excelente en su trabajo todo este tiempo,
pondría mis manos en el fuego para asegurar que es integra y jamás filtraría
información alguna aunque de su novio se tratase. – Mira con curiosidad a Luke.
– Es discreta, demasiado y sobre todo competente, hace el trabajo de dos o más
personas y es valiosa para nuestro departamento. Luis y Jaime pueden corroborar
lo que he dicho.
Oigo
como Luis y Jaime también lo aseguran y de pronto siento unas inmensas ganas de
llorar, pude con las tonterías de Lucille y David en público, puedo con lo
malo, pero con lo bueno, con esta acción de mi jefe reconociendo lo que valgo,
me siento débil de pronto, la adrenalina de la situación va pasando y solo
quiero irme a casa, hacerme una bolita en mi cama y no salir de allí en mucho
tiempo.
-
Le deben una disculpa a Kendra. – Dice
Luke. David y Lucille se ponen rojos ya no sé si de vergüenza o de ira.
- Ya
oyeron. – Dice Moran y con mortificación oigo las escuetas palabras
“discúlpanos” sé que no puedo aspirar a más de parte de esos dos y la verdad,
ya no me importa.
- ¿Quieres
demandarlos? – Me dice Luke serio.
- Solo
que me dejen en paz. – Atino a decir abrumada.
- Entonces
renuncia y vente a Diseños S&C. – Los murmullos regresan con todo. Yo solo
sonrío asombrada ¿Qué más puedo hacer? No me salen las palabras de mi boca.
- ¿De
verdad están comprometidos? – Es Jaime
quien hace la pregunta que flotaba desde el inicio. Me paralizo de terror, este
día yo acabo en urgencias, mi corazón no soportará tanta presión.
- Sin
Kendra no podremos salir a flote. – Dice Luis.
- Creo
que ya dije que hace el trabajo de dos o tres personas. – Añade Cristian.
- Sí.
– Dice Luke mirándome con intensidad.
- ¿Sí
qué? – Se atreve Lucille a preguntar.
- Si
estamos comprometidos. – Extiende su mano hacia mí. ¡rayos y centellas! ¿estoy
en una realidad alterna? ¡toma su mano,
tonta! Me dice una vocecita, ok no, no era una vocecita, es Jaime quien me lo
dice. Camino como autómata hacia él y tomo su mano, lo siguiente es que él sin
más contemplaciones, saludos o despedidas me saca de allí y a lo lejos oigo
como todos hablan al mismo tiempo, ríen y en general es un alboroto, oigo
sollozos y creo que es Lucille.
Luke
sigue aferrando mi mano mientras caminamos por el pasillo, yo lo sigo aun
tratando de entender todo lo que ha pasado, todo aquel a quien topamos nos
queda viendo. Va tan rápido que tengo que trotar para ir a su paso. Cuando nos
detenemos a tomar el ascensor percibo que está muy molesto, trago saliva. Es mi
culpa, todo es mi culpa. Tuvo que admitir algo falso delante de todos solo por
salvarme. Quizás tiene novia, no sé que consecuencias habrá para él debido a mi
culpa, por querer salvarme.
Estoy
por disculparme profusamente, pero el ascensor abre sus puertas él me lleva
hacia dentro y tropiezo al entrar.
-
Auch. – digo al tropezar.
- ¿Estás
bien? – Dice rápido.
- Sí,
pero. ¿podrías soltarme? Mi mano se va poner azul.
- Claro,
lo siento. – Estoy por soltar todas mis disculpas, cuando entra más gente.
Llegamos a recepción y vuelve a tomar mi mano para mi sorpresa solo que esta
vez con suavidad. Pasamos delante de Jaz y nos mira con los ojos muy abiertos,
vocaliza un “mentirosa” y hago lo mismo pero diciendo “luego te explico”.
Salimos a la calle y seguimos caminando, parece que vamos a recorrer la ciudad
a pie o algo así.
- Espera.
Por favor, espera. – Y lo detengo.
- ¿Te
he vuelto a lastimar?
- Perdóname,
en serio yo… no sé ni que palabras usar para que puedas creer y entender cuanto
lo siento. Te puse en una situación horrible allá dentro y todo es mi culpa,
ahora has tenido que decir una mentira solo por salvarme y no sé que
consecuencias tendrá eso para ti. Es solo que… sé que debí haberme quedado
callada pero… - Odio que pase pero se me empañaron los ojos. – Ya era mucho lo
que había tenido que soportar. Debí detenerme pero…
- No
digas más. – Me puso sus manos en los hombros.
- Pero,
estás molesto y yo…
- Molesto
si, pero precisamente por lo que veo que has tenido que aguantar. Cualquiera
con dos dedos de frente sabe que volverías loco a cualquier hombre pero eso no
le da derecho a nadie de acosarte sexualmente, ni tampoco le da derecho a
acosarte laboralmente a una mujer envidiosa. Tampoco es justo que se te denigre
o acuse con facilidad pasmosa solo porque la hija del dueño lo hace. ¿Cómo has
sobrevivido allí? – Parpadeo de la impresión por sus palabras ¿Cualquiera con dos dedos de frente sabe que
volverías loco a cualquier hombre? Sí, claro. Se me desliza una traidora
lágrima, menos mal que ya no siento ganas de llorar, simplemente esa gotita
traidora quiso aventurarse fuera de mi ojo, él la limpia con suma delicadeza
con un dedo y me dice: No llores por favor.
- Perdón.
- Deja
de disculparte.
- Puedes
decir que terminamos porque no quise renunciar a la empresa o algo así. O que
no querías rastro de dudas en el proyecto y decidimos dar por finalizado todo o…
-
- O
mejor esto. – Me dice y pone su mano en mi mejilla se acerca y me besa ¡cielos!
Es un beso casi inocente, casi, pero mis piernas vuelven a ser de gelatina. Toca
mis labios suavemente y con toda tranquilidad entreabre mi boca con la suya,
empieza tranquilo, sin prisas pero poco a poco vamos subiendo la intensidad
ambos, cuando me percato tengo mis brazos alrededor de su cuello y él ahora me
rodea la cintura, se nos olvida que estamos en la calle a vista de medio mundo
y a unos cuantos pasos de donde trabajo, hasta que oigo un carraspeo fuerte a
mi espalda intento separarme, pero él no parece querer soltarme, en mi segundo
intento me deja ir. Ambos estamos agitados.
- Bueno,
veo que al parecer se llevan muy pero que muy bien. – Es Crissa con una cara de
querer morir de la risa.
- Si
alguien te pregunta estamos comprometidos. – Le dice Luke con una amplia
sonrisa.
- ¿Ah
sí? ¿pero, por qué?
- Larga
historia. – Le digo yo.
- Más
bien corta. – Dice Crissa.
- Bueno,
digamos a los curiosos que fue amor a primera vista y así ya no preguntarán
nada. – Le digo entre risas.
- Una
fresca mañana frente a una tienda de arte. – Dice Luke añadiendo a la historia.
- Muy
bien, ¿Qué más podemos añadir? – Le digo aun divertida.
- Que
lucías hermosa y adorable.
- Va
genial, prosigue…
- Que
no querías entrar en la tienda aunque traté de que lo hicieras y que estuve a
punto de seguirte pero mi hermana salió y me arrastró adentro.
- ¿Estás
hablando de esa mañana que no entré a esa tienda? ¿Es de tu hermana?
- Sí
y podemos añadir que tienes la capacidad de desaparecer con rapidez, en la
tienda por ejemplo en segundos ya no estabas y cuando vuelvo a verte, acosada
por un idiota el que iba corto de tiempo era yo. Llegué tarde a una junta
importante, pero se me olvidó por completo por cierto, no me importó ser
arrastrado a un callejón mugroso, porque la que me arrastraba eras tú.
- Wow.
– Exclamó Crissa.
- ¿Hablas
en serio? – Volteo a ver para todos lados, esperando ver alguien de la empresa
y que todo lo que ha dicho sea para el chismoso o chismosos.
- ¿No
me crees? – Pregunta sorprendido.
- Lo
siento, como he ido de acá para allá en dos realidades distintas yo…
-
¡Serás boba! – Dice Crissa y me empuja
hacia él. – Soy abogada ¿recuerdas? Sé que dice la verdad, no hay nadie de tu
horrible empresa viendo nada. Anda y bésalo, sino lo haces tú lo hago yo.
Bueno,
no necesité más impulsos para hacerlo.
Un año después.
No
trabajo en Diseños S&C, pero tampoco en Glorius Dreams, pero sí trabajo
para ambos. Suena confuso pero en realidad, ambas empresas han decidido hacer más
proyectos en conjunto visto el éxito del primero, así que hay un departamento
que funciona como enlace entre ambas y que maneja todo lo relativo a los
proyectos en fusión. Yo trabajo allí con Cristian, Luis y Jaime y otras veinte
personas más. Tenemos un piso solo para nosotros fuera de Glorius Dreams y como
a dos calles de Diseños S&C. Mi sueldo ha sido incrementado de tal manera
que no tengo objeción alguna y tengo mi propia asistente. Lejos de Lucille a
quien ya no se le deja participar en ninguna junta, he respirado por fin y
disfrutado finalmente de mi trabajo. David supe que había sido despedido y
Lucille había terminado con él. No los he visto desde esa vez. Crissa sigue
arrasando en su trabajo, me rogó en innumerables ocasiones que demandáramos a
Lucille, tuve que detenerla. Eso ya es un capitulo cerrado de mi vida. Mi móvil
suena y recibo una foto de mi desafortunado mueble de cartón, con los meses se
ha puesto más feo si cabe, pero no he querido tirarlo llega con un mensaje que
me hace reír.
El
mensaje dice:
-
El
coso o yo, decide de una vez. – Riendo respondo
enseguida.
- Los
quiero a los dos.
- Mala mujer.
- ¿Qué
te hace el pobre mueble? ¡Nada!
- Tengo que verlo cada que estoy en
tu casa. Eso no es un mueble. Es un crimen para los ojos y para la humanidad. Además
veo que lo prefieres a él que a mí.
- ¿Estás
celoso? – Escribo sin dejar de reír.
- Por supuesto que sí.
- El
coso es mi creación, míralo como un hijo mío.
- Ningún hijo tuyo será así de feo,
porque eres hermosa y porque yo seré el padre. Ya ven a casa. Te extraño.
- Estoy
por salir. ¿A la tuya o a la mía?
-
La
nuestra.
Luke
ha diseñado nuestra futura casa. Llevo un anillo en mi dedo desde hace unos
meses, uno de compromiso, solo que esto es muy pero muy real. La casa ya ha
sido construida, están con los acabados finales, nos casaremos allí, tiene un jardín
inmenso y ya hemos hecho colocar muchos distintos tipos de flores. Llego y Luke
me recibe como siempre con un beso intenso y profundo.
-
¿Cómo va todo? – Le pregunto aun
pegada a él.
- Perfecto.
Están limpiando. Ahora empezaremos a elegir los muebles.
- Genial.
- No
traerás a tu coso ¿verdad? – Pregunta con gesto fingido de susto.
- No
sé… - Digo juguetona.
- No
me caso si lo traes. – Amenaza riéndose.
- No
me caso si no me dejas traerlo. – Le digo pero seria.
- ¿hablas
en serio? – Dice sorprendido.
- Es
que hay algo que no sabes.
- ¿Qué
lo prefieres a mí? – Dice refunfuñando.
- No,
que por el coso nos vimos ese día frente a la tienda de tu hermana. Sino
hubiera sido por él no nos hubiéramos conocido. Es más el coso debería ser tu
damo de honor o algo así.
- Los
hombres no tenemos damo de honor.
- Por
el coso te conocí. – Le digo abrazándolo.
- Tú
ganas, pero irá en el ático.
- Está
bien, con que esté aquí. Me recuerda lo afortunada que fui al conocerte.
-
Osea que terminaré agradeciéndole al coso… - Me mira y sonríe con ternura y amor. – Sí, le daré las gracias. Definitivamente.
Osea que terminaré agradeciéndole al coso… - Me mira y sonríe con ternura y amor. – Sí, le daré las gracias. Definitivamente.
¡LA AMÉ! De principio a fin sis, me encantó, me divertí mucho y precioso fina.
ResponderEliminarQuerido Coso, donde quiera que estés descansa en paz....haz hecho un trabajo magnífico y nos has dado una HC!!! Y sis...¿Ojos negros?
Gracias sissss, que bueno que te gustó. Sigo en proceso con las demas jeje.. besos
EliminarJ.J me fascina esa imaginación que tienes en serio, con esta historia no podía de la vergüenza y de la risa... algún día haré un "coso" a ver qué tal me sale jajajajaja
ResponderEliminarLari
Jajajajajaja lol juajuajuajuajua
ResponderEliminarJ.J... Sin palabras. Estuvo genial!
Yo a ese coso le pongo velitas jaja
Y tu? Fuiste por pintura a encontrar a tu Sebastian?
Gracias J.J. hoy puede que me ría dormida.
Lu