viernes, 29 de septiembre de 2017

Tan sólo amor 23° Gaby Ruiz



Mía paseaba por el parque principal de la pequeña ciudad, recordando las caminatas que daba con Marcos, al segundo día de cada una de sus llegadas. Era su rutina, según él le decía bromeando y ella ya se estaba acostumbrando a los recuerdos del tiempo juntos. Sus recuerdos. ¿Por qué era tan difícil aceptar que hizo lo correcto? Eso había creído y tenía toda la certeza que había sido así.   
Pero el tiempo pasado le había hecho dudar sobre su decisión. Renunciar a Marcos para que los dos fueran felices. O eso había pensado mientras le escribía la carta que le había enviado, la cual no había contestado, tal como esperaba. Ni siquiera había tenido una noticia de él.  En absoluto.  Y no podía negar que estaba decepcionada, profundamente.

jueves, 21 de septiembre de 2017

Aprendiendo A Seducir 38


Cuando cerró tras ellos la puerta de la iglesia, para quedarse a solas con el dulce olor de las velas y las flores, Mandy se revolvió de tal manera, que logró liberarse del agarre del hombre, quedando de pie enfrente suyo, atrapada en la enigmática mirada masculina.
Su respiración, aún era acelerada por todo lo ocurrido afuera.
¿cómo podía estar tan tranquilo ahí de pie, y no morirse de vergüenza por lo que acababa de hacerle?

sábado, 16 de septiembre de 2017

Tan solo amor 22° - Gaby Ruiz



– Esto es bastante incómodo –se quejó Marcos mientras André sonreía– no le encuentro la gracia, la verdad.
– ¿Por qué no? –André soltó risueño– ¡es perfecto! Además, Alessandra necesitaba verme en compañía de alguien… bueno, si me ve con alguien como tú, seguro creerá que… –se cortó, al ver que llegaba– ahí está.
– No, si pensaste que le mentiré –Marcos empezaba a levantarse pero André le sentó.
– No, nada de eso.  Ella sabe lo que soy… solo que…
– ¿Solo qué? –Marcos se lamentó nuevamente por haber dejado que lo convenciera– ¿en qué me he metido?
– ¡Ahí viene, silencio! –ordenó André y Marcos colocó su mano sobre la mesa, con impaciencia– te he traído para que te comportes.
– ¿Cuándo no lo hago? –Marcos siseó– siempre me he comportado mucho mejor que tú.
– ¡No me refiero a eso! –André arqueó una ceja– sino a… ¡Alessandra, que bueno que lograste venir!
– Por supuesto, André –ella lo saludó y él besó brevemente su boca– traje a Emma conmigo, como habíamos acordado.

Salvar a Albus 4



Después de obtener un nuevo estilo de cabello lo arrastro hasta una óptica para comprar lentes de contacto, su madre ha jugado de cómplice y me ha dado la receta de la graduación de Albus.
-¡¿Por qué no intentas meterte tú un objeto extraño en un ojo?! – protesta mi amigo cuando le explico las ventajas indiscutibles de los lentes de contacto.
-Tu madre ya los dejó pagos.
-No quiero. No vas a convencerme esta vez.
-Películas en 3D, piénsalo Albus, no has podido verlas por tus lentes, pero ahora sí podrás.- digo  y me siento como la serpiente seduciendo a Eva. Lo veo dudar un segundo, se muerde el labio como cuando está reflexionando y eso es mi victoria. Un rato después está aprendiendo a colocarse los lentes de contacto mientras yo observo disimuladamente, sé que no debo opinar nada o el pez se me irá del anzuelo.

jueves, 14 de septiembre de 2017

Embaucando A Mí Princesa 1 (Segunda Parte Deberes De Princesa)


Sentada al lado de su padre, con miles de mariposas revoloteando por su estómago, mientras se dirigían al encuentro de Kénan, en los juzgados de la ciudad. Pudo observar, como las calles de su ciudad, casi estaban solitarias.
Aquello, hacía que aún su corazón retumbara más fuerte en su pecho, al saber, que todos o casi todos, estaban también allí.

Pero ya no tenía miedo, se sentía henchida de felicidad y no tenía que temer por su corazón roto. Kénan quería estar con ella, la amaba.
Todo iba a ir bien. Él, estaba con ella y ella, con él.

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